miércoles, 22 de enero de 2014

Estándar ANSI/TIA/EIA 570

Estándar ANSI/TIA/EIA 570 de Alambrado de Telecomunicaciones Residencial y Comercial Liviano.

En este estándar están los requerimientos para tecnología existente y tecnología emergente. Especificaciones de cableado para voz, vídeo, datos, automatización del hogar, multimedia, seguridad y audio están disponibles en este estándar. Este estándar es para nuevas construcciones, adiciones y remodelamientos en edificios residenciales.

Grados para cableado residencial:

  • Grado 1 – provee un cableado genérico para el sistema telefónico, satélite y servicios de datos.
  • Grado 2- provee un cableado genérico para sistemas multitudinaria básico y avanzado.
  • 100W Par trenzado.
  • 62.5/125mm fibra optica multi-modo
  • 50/125mm fibra optica multi-modo

Esta norma se dirige a la instalación eléctrica para las premisas comerciales residenciales y livianas. El propósito declarado de la norma es mantener los requisitos mínimos para la conexión de 4 líneas de acceso de intercambios a los varios tipos de equipo de premisas del cliente. Aplica a premisas de las telecomunicaciones que alambran sistemas instalados dentro de un edificio individual con residencia (una sola familia o múltiples familias) y los usuarios finales comerciales ligeros.
La norma ANSI/EIA/TIA-570- se usará con las excepciones notadas por todas las agencias del estado en la planificación y plan de sistemas de la premisa de instalación eléctrica pensados para conectar uno a cuatro líneas de acceso de intercambio a los varios tipos de equipo de premisas del cliente cuando ANSI/TIA/EIA-568-A, no está usándose. Esto incluye ambos, la instalación eléctrica de nuevos edificios, la renovación de edificios existentes y la mejora de infraestructuras de cableado de telecomunicaciones existentes. Las agencias estatales deben usar los ANSI/TIA/EIA-568-A normal siempre que posible y debe considerar sólo usar los ANSI/EIA/TIA-570 normal en medios residenciales y el espacio de la oficina comercial liviano arrendado. No se piense que esta norma acelera la obsolescencia del edificio que se alambra; ni se piense que proporciona sistemas que diseñan o pautan las aplicaciones.

Las agencias deben considerar su necesidad por Área Local que Conecta una red de computadoras (LAN), es el requisito antes de seleccionar ANSI/EIA/TIA-570.

Estándar ANSI/TIA/EIA-569

Estándar ANSI/TIA/EIA-569 de Rutas y Espacios de Telecomunicaciones para Edificios Comerciales. Este estándar reconoce tres conceptos fundamentales relacionados con telecomunicaciones y edificios: Los edificios son dinámicos. Durante la existencia de un edificio, las remodelaciones son más la regla que la excepción. Este estándar reconoce, de manera positiva, que el cambio ocurre. Los sistemas de telecomunicaciones y de medios son dinámicos. Durante la existencia de un edificio, los equipos de telecomunicaciones cambian dramáticamente. Este estándar reconoce este hecho siendo tan independiente como sea posible de proveedores de equipo. Telecomunicaciones es más que datos y voz. Telecomunicaciones también incorpora otros sistemas tales como control ambiental, seguridad, audio, televisión, alarmas y sonido. De hecho, telecomunicaciones incorpora todos los sistemas de bajo voltaje que transportan información en los edificios [3, 6]. Este estándar reconoce un precepto de fundamental importancia: De manera que un edificio quede exitosamente diseñado, construido y equipado para telecomunicaciones, es imperativo que el diseño de las telecomunicaciones se incorpore durante la fase preliminar de diseño arquitectónico.

Este estándar será el central al momento de diseñar el sistema de cableado estructurado, ya que su enfoque central son las rutas y espacios donde se instalan los cables. Permitirá generar un diseño en el que las rutas sean las óptimas para cada subsistema, por medio de la especificación de materiales, ductos y prácticas de instalación.

La especificación la divide en los seis subsistemas, agregando la entrada de servicios. En la especificación del cableado horizontal se mencionan los tipos de ductos que se pueden utilizar, de tal manera que especifica ductos bajo el piso; este tipo de ductos será posible utilizarlos sólo cuando el edificio está en construcción o cuando sea posible la instalación de piso falso, ya que de lo contrario sería necesario la destrucción del piso actual, la instalación de los ductos y la puesta del piso nuevo después de haber ahogado los ductos en concreto, lo que implica costos indirectos muy elevados. La poca disponibilidad de este tipo de ductos como el trenchduct en México hace que sean poco utilizados. En lo que respecta a los ductos por debajo del piso los de piso falso son los más utilizados.

Especifica también las rutas que van sobre cielos falsos o plafones, que en la actualidad son de los más utilizados, ya que la instalación de plafones en los edificios comerciales son muy comunes y de costos no muy elevados. Los espacios que generan los techos falsos son perfectos para colocar las rutas de cables en escalerillas o rieles que son muy fáciles de instalar y su costo no es elevado.
Especifica también las rutas periféricas; estas rutas se instalan cuando no hay la posibilidad de instalarlo bajo el piso o sobre el techo, y son las más utilizadas en edificios “en producción” o que ya están en funciones. Especifica que las rutas periféricas serán instaladas sobre las paredes o sobre las divisiones de los muebles modulares. Se pueden instalar con tubos metálicos Conduit (que normalmente son instaladas en los exteriores del edificio o en áreas industriales y laboratorios por la falta de estética) o con canaletas plásticas que ofrecerán mayor estética y en algunos casos múltiples canales que permitirán transportar cables de nuestro sistema de cableado estructurado y de corriente eléctrica. Estas canaletas ofrecen múltiples accesorios en afán de ofrecer la mayor estética posible en su instalación.

Para el subsistema vertical o de backbone menciona los elementos que hay que considerar para transportar el cableado entre los pisos de un edificio (los pases entre pisos y las rutas entre el mismo piso) así como entre edificios. Específica que se deberán utilizar tubos Conduit para este propósito y menciona las precauciones que se deberán tomar en cuanto a sellar las entradas de los ductos contra la humedad y agua, así como los sellos para evitar la propagación del fuego en caso de incendios.

Especifica que al menos se deberá planear una salida de telecomunicaciones por cada área de trabajo. Así mismo menciona que la ubicación de las salidas de comunicaciones debe ser planeada en base a la distribución del mobiliario y que una de las salidas de corriente deberá estar cerca de la de comunicaciones; de aquí que se hayan diseñado canaletas que puedan transportar cables de datos y de corriente. En general, menciona que las salidas se deben colocar en coordinación con la distribución del mobiliario y tener flexibilidad para contemplar los cambios en la misma distribución del mobiliario.

Así mismo especifica las condiciones de diseño que deberán cumplir los cuarto de telecomunicaciones y los cuarto de equipo, tanto de diseño físico (tales como que las puertas deberán abrir hacia fuera, deberán tener un sistema de aire acondicionado y un sistema que evite el polvo en el área o su equivalencia) como de funcionalidad (aclarando que estos espacios se utilizarán y se instalarán equipos que serán destinados para telecomunicaciones y los equipos o materiales que no sean para este propósito no deberán ser colocados dentro).

Siguiendo las especificaciones de este estándar se podrá tener un diseño óptimo y sobre todo que cubra todas las áreas del cableado, lo que permitirá tener una lista de los materiales mas completa y evitar costos ocultos que pueden encarecer el costo final del proyecto. Así mismo será el estándar que permitirá la adecuación de los estándares a una topografía dada.


miércoles, 29 de agosto de 2012

Virtualización


Virtualización, una opción ideal para llevar tu PC a todas partes

1.             Paso 1. Elige tu sistema operativo
2.             Paso 2. Configuración a dos niveles
3.             Paso 3. La unidad de disco virtual
4.             Paso 4. Instala la máquina virtual
5.             Paso 5. Antes de concluir, los ajustes finales
6.             Paso 1. Pon a punto la unidad USB
7.             Paso 2. Ahora copia la máquina virtual
8.             Paso 3. Ejecución en otro PC
9.             Paso 4. Borrando nuestras huellas

Virtualización llave USBGracias a las actuales tecnologías de virtualización, ya podemos crear fácilmente máquinas virtuales y, lo mejor, acarrearlas con nosotros a todas partes. Las opciones son muchas, pero el objetivo es el mismo: contar con un PC virtual configurado a nuestra medida para ejecutarlo allí donde queramos.

Utilizaremos para este práctico la herramienta VirtualBox, que es totalmente gratuita y ofrece un nivel de funciones que nada tiene que envidiar a las de muchas soluciones de pago.

Las ventajas de una máquina virtual frente a una memoria de arranque es que tendremos flexibilidad total para mover y copiar la máquina virtual de un lugar a otro con todos los datos que contenga (por ejemplo, de la memoria USB al disco duro), que en general resulta más sencilla de poner en funcionamiento, no presenta problemas de incompatibilidades de hardware (todo se ejecuta sobre la máquina real), no requiere tocar la BIOS ni el orden de arranque de las unidades, y, en general, ofrece una mejor comunicación entre la máquina real y la virtual.

Eso sí, también tiene algunos inconvenientes. El más grave es el que atañe al rendimiento. Primero, porque necesitaremos una máquina anfitrión medianamente potente para ejecutar con soltura nuestro PC virtual. Y, en segundo lugar, porque precisaremos una memoria USB de alta velocidad para que las tareas de lectura/escritura de la máquina virtual sean lo más livianas posible.
También es un contratiempo que necesitemos instalar un software en nuestra máquina anfitrión antes de ejecutar la plataforma virtual. Por ello, esta solución es, sobre todo, interesante para los usuarios que se mueven entre diferentes PCs conocidos (da igual que ejecuten Windows, Mac OS o Linux), como, por ejemplo, los equipos de casa y la oficina.

A continuación, os mostramos este proceso, primero creando la máquina virtual y, después, volcándola en la memoria USB y moviéndonos a otros equipos. Para ello partimos de la base de que tenemos instalado VirtualBox, que podemos descargar desde su página web en el apartado Downloads, teniendo que elegir la adecuada para nuestro sistema operativo.

NIVEL: INTERMEDIO
Empieza creando la máquina virtual
Paso 1. Elige tu sistema operativo

Lo primero que debemos plantearnos es con qué sistema operativo vamos a crear nuestra máquina virtual para llevar. Nuestra recomendación pasa por utilizar una distribución de Linux que nos guste o, si preferimos el entorno Windows, una versión antigua de este sistema operativo.


En este sentido, XP es una excelente alternativa, y si tenemos por casa alguna vieja copia o licencia de esta plataforma, es una buena opción para crear una máquina virtual. Prácticamente todas las aplicaciones que podamos necesitar funcionan sobre él sin problemas, ocupa mucho menos que Windows Vista y 7, y, sobre todo, requiere menos recursos que estas versiones para funcionar. Este último es un aspecto fundamental que nos garantiza que podremos trabajar sin problemas en la mayor cantidad posible de PCs.

Por ello, todo el proceso que veremos a continuación lo realizaremos con una vieja copia de Windows XP en inglés que teníamos disponible, aunque el proceso para crear y manejar una máquina virtual con VirtualBox desde una unidad USB es básicamente el mismo, contando con los diferentes asistentes de instalación de cada sistema operativo. Si no tenemos una copia legal de Windows XP.

Paso 2. Configuración a dos niveles

Una vez decidido el sistema operativo, vamos a comenzar a crear nuestra máquina virtual. Primero localmente, en nuestro PC, para luego pasarla a la unidad USB. Para ello, una vez abierto VirtualBox, pincharemos en Nueva. Lo que aparecerá a continuación es un asistente que comenzará por solicitarnos el nombre que deseamos dar a la máquina virtual (el que queramos) y, justo debajo, tendremos que seleccionar el tipo de sistema operativo y la versión (en nuestro caso, Windows XP).
Virtualización VirtualBox 2

El siguiente paso del asistente nos pedirá que indiquemos un tamaño de memoria RAM para nuestra máquina virtual. Este es un paso delicado. Si especificamos una cantidad de memoria excesiva, podemos bloquear por completo el equipo anfitrión, pues VirtualBox tomará toda su RAM disponible.

Por ello, y más si utilizamos Windows XP y siempre que no tengamos necesidades especiales,podemos comenzar por indicar 512 o 1.024 Mby­tes. De esta manera podremos ejecutar sin problemas la máquina virtual en PCs con 2 o más Gbytes de RAM.

Paso 3. La unidad de disco virtual

 

El siguiente paso del asistente requiere crear una unidad de disco duro virtual para nuestra máquina. Nos aseguraremos de que está marcada la opción Disco duro de arranque y seleccionada Crear disco virtual nuevo para, acto seguido, pinchar en Siguiente. Llegaremos a una nueva ventana en la que se nos preguntará por el formato, y mantendremos la opción marcada por defecto (VDI).

El siguiente paso nos preguntará por el tipo de disco, y aquí seleccionaremos la opción Tamaño fijo. De esta forma, VirtualBox creará un archivo del tamaño exacto del disco virtual. Tardaremos más en copiarlo y moverlo, pero, a cambio, será ligeramente más rápido, reduciremos la fragmentación en la futura unidad USB y nos evitaremos sorpresas si nos quedamos sin espacio libre en ella.

Terminaremos esta parte del proceso en la pantalla que nos pregunta la ubicación y el tamaño de la unidad. La primera no es necesario que la cambiemos, pero sí el tamaño total. Por defecto,VirtualBox nos recomienda una unidad mínima de 10 Gbytes para Windows XP; sin embargo, todo dependerá de la unidad USB que vamos a utilizar más tarde.
Virtualización VirtualBox 3

Si contamos con una memoria USB de 16 o 32 Gbytes podemos permitirnos unidades mayores de 10 Gbytes, pero si vamos justos de espacio, tendremos que reducir el tamaño del disco virtual.El mínimo que os recomendamos para poder hacer algo se situaría en los 4 Gbytes, y siempre tendremos la precaución de crear un disco cuyo tamaño total sea 1 Gbyte menor que la capacidad total de la memoria USB. De esta forma, tendremos algo de margen para otras tareas en las que profundizaremos más adelante.

Terminado este paso, llegaremos a la última pantalla, en la que se nos ofrecerá un resumen de los datos proporcionados y solo tendremos que pinchar en Crear.

Paso 4. Instala la máquina virtual

 

La siguiente parte del proceso consiste en instalar Windows en la máquina virtual que acabamos de crear. Para ello, en la ventana de VirtualBox la seleccionaremos y pincharemos sobre Configuración. Aquí iremos al apartado Almacenamiento y, una vez dentro, seleccionaremos la unidad virtual de CD de la lista de las disponibles.

A continuación, en la parte derecha haremos clic sobre el icono en forma de disco óptico. Si tenemos el sistema operativo para instalar en un CD, marcaremos la opción Unidad anfitrión D:, lo que tomará el control de la unidad óptica del equipo para utilizarla de manera exclusiva para la máquina virtual.

En cambio, si tenemos una imagen ISO del disco de instalación (muy típico cuando descargamos una distribución Linux), marcaremos la opción Seleccionar un archivo de disco virtual CD/DVD, y, a continuación, se nos pedirá que indiquemos la ubicación del archivo ISO.
Virtualización VirtualBox 4

Una vez hecho esto, pincharemos en Aceptar y, a continuación, en Iniciar. Esto arrancará la máquina virtual y hará que se inicie desde el CD insertado en la unidad o la imagen ISO especificada. En nuestro caso se iniciará el asistente de instalación de Windows XP, en el que no vamos a profundizar por ser de sobra conocido por la inmensa mayoría.


Al finalizar el proceso de instalación, y si todo ha ido bien, tendremos una máquina virtual operativa y en funcionamiento. Sin embargo, aún no hemos terminado esta primera fase.

Paso 5. Antes de concluir, los ajustes finales

 

Una vez que hayamos terminado de instalar nuestra máquina virtual, solo nos quedan los ajustes finales. Tendremos que instalar las aplicaciones y las herramientas que nos permitirán tener la máquina virtual plenamente operativa para trabajar.

Para ello, comenzaremos instalando las herramientas de VirtualBox para las máquinas virtuales Windows. Estas utilidades nos permiten, una vez instaladas, una mejor integración con el equipo anfitrión, poder ajustar la resolución de la máquina virtual al tamaño de la ventana de VirtualBox y capturar el teclado y el ratón sin necesidad de complicadas combinaciones de teclas.

Para instalar este complemento, una vez arrancado Windows tendremos que ir al menú Dispositivos de la ventana de VirtualBox y pinchar en Instalar Guest Additions. Esto cargará automáticamente una imagen de CD en la máquina virtual, y hará que comience el clásico asistente de instalación.
Virtualización VirtualBox 5

Tras esto, tendremos que cargar en la máquina virtual las herramientas ofimáticas, los navegadores, los programas de correo electrónico y, en general, cualquier otra utilidad que vayamos a necesitar para trabajar con ella allí donde vayamos.

Hay que recordar que, para indicarle que conecte con la unidad óptica del sistema anfitrión y, así, poder instalar programas contenidos en un CD/DVD, tendremos que hacer clic con el botón derecho del ratón sobre el icono en forma de CD de la parte inferior derecha y seleccionar la opción Unidad anfitrión D:.

Dota de portabilidad a tu VM recién creada

Paso 1. Pon a punto la unidad USB

 

Ahora que tenemos la máquina virtual lista, solo queda pasarla a la unidad USB para poder llevarla a cualquier parte. Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que necesitaremos una memoria USB formateada con el sistema de archivos NTFS, y no FAT32, como es habitual.
Virtualización VirtualBox 6

La razón de esto es que FAT32 no puede manejar ficheros de más de 4 Gbytes. Dado que el disco duro virtual de nuestra máquina debería tener ese tamaño o más, necesitaremos obligatoriamente utilizar el formato NTFS para poder volcar la máquina virtual al USB.

Para formatear en NTFS solo tendremos que ir a Equipo en Windows y, sobre la unidad USB extraíble, hacer clic con el botón derecho y pinchar en Formatear. En la ventana que aparecerá a continuación seleccionaremos NTFS como sistema de archivos. Eso sí, con este formato hay que tener en cuenta que aunque podremos trabajar normalmente en todas las últimas versiones de Windows (incluida XP), en Mac OS o Linux el soporte puede ser más limitado.

De hecho, en los equipos de Apple el soporte por defecto está limitado a la lectura de datos, y no a la escritura. Una vez hecho esto, descargaremos el instalador de VirtualBox y lo copiaremos a una carpeta de la unidad USB. De esta manera, al llegar a cualquier otro equipo distinto del nuestro que no tenga VirtualBox, podremos instalar rápidamente el entorno desde el que ejecutaremos nuestra máquina virtual.

Paso 2. Ahora copia la máquina virtual

 

El siguiente paso requiere transferir nuestra máquina virtual a la unidad USB para poder llevarla con nosotros a cualquier parte. Para ello, abriremos VirtualBox y, sobre la máquina virtual que hemos creado, haremos clic con el botón derecho. Aquí seleccionaremos la opción Mostrar en el Explorador.

Virtualización VirtualBox 7

Esto abrirá una ventana del Explorador de archivos de Windows que nos mostrará la carpeta que contiene todos los ficheros de la máquina virtual (generalmente alojados en una carpeta llamadaVirtualBox VMs, que cuelga del directorio del usuario en el disco duro). En la ventana que aparecerá no tendremos más que copiar la carpeta que contiene los archivos de la máquina virtual a la unidad USB que hemos preparado para ella.

Paso 3. Ejecución en otro PC

 

Una vez que tenemos todo listo, llega el momento de probar nuestro entorno virtual en otro equipo. Para ello, basta con que llevemos la memoria USB a otro PC y, en el caso de no tenerlo instalado, cargaremos VirtualBox en el nuevo sistema desde el instalado en el USB, como comentábamos en el paso 1.

Tras esto (que solo tendremos que hacer la primera vez, pues a partir de las siguientes esa máquina ya tendrá cargada la aplicación), no tenemos más que ir a la unidad USB, pinchar en la carpeta que contiene la máquina virtual, y hacer doble clic sobre el archivo con extensión .vbox, que tiene el mismo nombre que le hayamos dado a la máquina virtual en el momento de crearla, y que muestra un icono de color azul.
Virtualización VirtualBox 8

Automáticamente se cargará VirtualBox, la máquina virtual se añadirá al listado de unidades virtuales y se iniciará tal y como lo hacía en el PC donde la creamos. Eso sí, puede que tengamos algún aviso si hay cambios sustanciales en el nuevo PC en el que estamos (por ejemplo, si no hubiera unidad óptica). En todo caso, lo habitual es que no sean errores de importancia y podamos ejecutar la máquina virtual sin problemas.

Una vez arrancada, podremos hacer lo mismo que en el PC en el que fue creada: ejecutar las aplicaciones instaladas, navegar por Internet a través de la conexión del nuevo equipo anfitrión, e, incluso, acceder a los archivos de este último a través de las carpetas compartidas que podemos configurar.

Paso 4. Borrando nuestras huellas

 

Si tras trabajar con VirtualBox quisiéramos eliminar nuestro rastro del sistema anfitrión, podemos hacer dos cosas. La primera consiste en borrar la máquina virtual que aparezca listada en VirtualBox; aunque, en realidad, no podrá iniciarse una vez que desconectemos el USB del equipo.
Virtualización VirtualBox 9

Para eliminarla de la lista simplemente haremos clic con el botón derecho del ratón sobre ella y seleccionaremos la opción Eliminar. En el cuadro de diálogo que aparecerá a continuación seleccionaremos la opción Solo borrar. En el caso de que queramos eliminar las huellas por completo, acudiremos al Panel de control de Windows y, desde la opción Desinstalar programas, borraremos la aplicación VirtualBox del sistema.